Ustedes ya no se acordarán, pero en
algún momento les conté que después de operarme se me había
borrado casi toda la música del cerebro, y que sólo me quedaban
cosas sueltas (y en general vergonzantes) de finales de los
setenta-principios de los ochenta. Bueno, pues hoy a las siete de la mañana me despertó una
canción. Que por primera vez en meses y meses sonaba DENTRO de mi
cabeza. Ésta.
Yo en realidad no creo en las señales
ni nada. Pero si el mensaje es que tengo que bailar y dar palmas y
ser feliz y tal, bueno. Aunque preferiría que fuera “te hacen
falta diez o doce minions, mujer absurda, sal en su busca YA”.